Buscando mi propia moraleja

Buscando... pero sigo sin saber el que. Sigo sin encontrar esa imagen que no tengo en la cabeza. Es curioso, la seguridad implica inseguridad, los pasos firmes a veces rompen el suelo y ya no sé ni como andar. El tiempo pasa despacio en actos pero rápido sobre el calendario, los días tienen prisa y por muchas vueltas que doy a la aguja del reloj no logro detener el tiempo, el necesario para pensar si quedarme arriba o abajo.

La motivación me llega pero pesa demasiado, mezclo las fotos con pintura para poder así retocar los recuerdos pero me faltan demasiados colores. Interpreto falsos caminos pero que me resultan tan placenteros y llanos que no puedo dejar de intentar cogerlos. Porque todavía hoy, mi única motivación es encontrarla.

Los baches siguen pasando y en cada esquina una mirada de complicidad asoma ofreciéndome un caramelo, y que aunque la caída sigue siendo placentera preferiría una colchoneta en el suelo, porque aún temo por el aterrizaje.


... a fin de cuentas el éxito es un viaje y no un destino