sometimes you can´t make it on your own

Las horas se echan encima y mi cabeza hace las veces de bomba de relojería. Cada hora es un tramo de mecha consumida tan solo atrezada por unos pocos sonidos apenas relevantes. Pasan los días envueltos en rutinas y las noches rociadas por pensamientos que maldicen esa rutina. Sé que camino solo, aprendo en ausencia de copiloto, ni mis propios pensamientos aguantan a mi persona, con palabras y actos carentes de sentido...

Y las horas pasan en la soledad asumida, en sueños tan reales que en ocasiones me llego a creer, en compañía de esos oídos sordos que siempre atienden a mis problemas, mis propias utopías, donde todo empieza y todo termina... y las horas pasan...

Un Ángel tapa con sus alas los reflejos del mar, el sino de los "sin causa", los dolores de cabeza producidos por hiperactividad neuronal, ni la seda del cansancio ni el sedante de las drogas. Porque todo sigue su curso, porque navego en deriva y me pierdo en mi propia brújula, asumiendo realidades, pensando en ocasiones qué contar a los peces para cuando el barco se hunda, porque mis remos ya se los han llevado.

Consciente, realista, la ausencia no se comparte, al final el aire que te rodea te ayuda a respirar pero no a vivir. El conocimiento será adquirido nada más caer en la cuenta, que la vida, cuánto mas vacía más pesa.