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Not big deal

20 abril 2007

People

La lista interminable, la fina línea del tiempo. Lo que hace unas horas era presente ahora es pasado, y el futuro más inmediato huirá con el resto de los pensamientos. Todo se va quedando atrás, como si de un viaje en tren se tratara. Si un paisaje te gusta procurarás aguantar más tiempo la mirada en él, pondrás todos tus sentidos en disfrutarlo y porque no, esbozarás una leve sonrisa pero la realidad es que en pocos segundos volverás a la vía que todo lo deja atrás. Así es la vida, así son las personas, la belleza no es la llave del recuerdo y es que al final los tatuajes hechos a fuego son los que mejor penetran en la piel.

Si todo fuera perfecto puede que no necesitaramos recuerdos, si todo fuese tan real no habría lugar a la esperanza. El ritmo es lo de menos, la velocidad poco importa que sea de crucero o de ralentí, porque cada suceso, cada huída, cada venida vendrá en el momento que tenga que venir. Ya no existen los porqués, no existen explicaciones, solo motivos irrelevantes que marcan el tempo de las situaciones, y es que si algo pasa es simplemente porque tenía que pasar, de otro modo no hubiera pasado.

Mis miras se centran en un reseteo completo, un reseteo que en ocasiones me gustaría ser capaz de realizar cada mañana para tener la esperanza de olvidar cada noche. Son muchas cosas las dejadas por el camino, son muchas las personas que se bajan en paradas que no son la mía, muchas maletas que aún pesan estando vacías, pero he de abrir los ojos, hacer desaparecer mi nube, ya que el tren, por muy largo que sea el viaje, siempre llega vacío a las cocheras.