En esencia

Sin creer en las palabras, sin fiarme de las miradas, la fe en nada mi única creencia y las mentiras la única verdad. He dejado de creer en los hechos y ya solo cuestiono los motivos. A la mierda el carpe diem que se cubre de falsedades, ya que nadie puede escapar a los pensamientos que huyen del día a día... porque de todas las mentiras, la más grande es la que no se dice.