Laura Palmer (Chapter 1)

Dos de la mañana... Algo a parte del calor me impide dormir, algo que no tiene que ver con los nervios de disfrutar de un buen festival este fin de semana, y es que los calores descongelan los pensamientos que han venido invernando durante bastante tiempo. Los colores me vienen algo desdibujados, no me acabo de creer mis propias risas y el temor a las decepciones es algo que no puedo evitar, y es que puedo preveer con antelación de que algo malo puede pasar, que eso no me va hacer estar preparado para cuando pase.

Solo queda un camino, mi camino, lo observo con mirada desafiante y somos solo él y yo, todo lo de mi alrededor se convierten en figurantes con papeles más o menos importantes, todos me hablan, me miran, me dan consejos, pero algo nada me hace apartar la mirada de ese camino, sin colores que me guien por dónde debo andar, sin señales que prevengan las dificultades a encontrar. Yo soy el copiloto de aquello que me hace seguir por ese camino, lo que aún no sé, es que es lo que me hace caminar y si de verdad seré capaz de pasar a ser piloto, y no solo avisarme a mi mismo de las dificultades, sino también de cojer el volante y poder esquivarlas por mí mismo.

Creo que ya no lo puedo evitar, nadie valorará lo que haces si tu no lo valoras, y cuando eso pase y lo valores, será cuando te de igual que los demás lo hagan o no, yo soy mi amigo y enemigo, la buena y la mala conciencia. Tiempo y espacio, es todo lo que necesito, no volveré a depender de nada ni nadie, todo estará siempre en un punto donde pueda controlar siempre las cosas, todo menos el de no poder dormir ahora.


No esperaré palmaditas en la espalda, ni mensajes de ánimo, ni que me feliciten cuando haga algo bien y me vistan de verde cuando lo hago mal; hay cosas que no se pueden cambiar, y en un mundo dondé el 90% de lo que oigo-veo me produce pena y/o asco, solo me queda mejorar el mio y con ello asegurarme de que no todo está perdido y que moldearé la felicidad hasta hacerla con la forma perfecta...


"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo." OSCAR WILDE

Playing: Nothing in my way (KEANE)